9.22.2008

El Puñal

ja y no
Entiérrame un puñal en la sien
pero al revés
y que el mango rebote eternamente
y que la punta afilada de en tu lengua,
eternamente,
y que eternamente me bañes en sangre,
salpícame saliva con tinta roja.

Que el mango rebote eternamente
y que la punta afilada de en tus ojos,
pausadamente.
Y que eternamente me bañes de imágenes tajeadas,
y que tu iris nunca más sea una sola,
o dos.

Que el mango rebote eternamente
y que la punta afilada de en tu aire,
oblicuamente,
Y que se forme un remolino,
trágatelo,
danza con sus giros,
elévate y vete.

Desde lejos observa mí
lengua, ojos y mi aire.
Escucha como se ríen de tu viaje absurdo.

9.18.2008

Una alternativa es que me dejes ser tu blusa

Veo como los puntos pequeños de tu blusa de tipo alternativa dan forma a tus senos, que no son más que una alternativa que ofrece tu cuerpo.

O tal vez son tus senos, que de muchas alternativas escogieron a los puntitos pequeños para darles forma.

Si me vieras, verías que un tipo de alternativa en la vida, si es que te basas en lo que dicen mis ojos, es que mis manos le pueden dar fácilmente cualquier forma a esos senos azules (por que la blusa era azul) con puntitos pequeños.

9.13.2008

20.29

Ése fue el tiempo que duro nuestra conversación telefónica. En ése tiempo también podría hacerte muchas cosas o podría ocuparlo para comenzar a hacerte muchas cosas.

Podría sentarme en la cama y ver como te desvistes, podría ver caer la blusa, podría ver como se desliza la falda por tus piernas forradas en tela de pantys que tanto me gusta y me provoca.

Si esa noche la luna fuera generosa me excitaría verla sobre tus hombros, sobre tu vientre, absorbida su luz por las pantys y de pronto ambos veríamos mis manos que comienzan a acercarse lentamente penetrando el as de luz lunar. Te rodearía con mi cuerpo que, desnudo, lleva siete u ocho minutos observándote desde la sombra y muy lentamente y progresivas en ritmo, comenzarían mis manos a sentir el encaje que cubre tus senos y talvez en el mismo segundo en que tus pezones se endurezcan yo te haría sentirme por detrás para que sientas la misma dureza que han alcanzado tus pezones y comenzaría a apretarte con mi cuerpo y tímidos los jadeos comienzan a aflorar dándole música a la luna que ahora es una luna excitada y confusa por que no sabe si su luz es la que da calor a esos cuerpos o los cuerpos van aumentando la temperatura de la luz, lo que sí sabe es que esta vez no se dejara cubrir por ninguna nube pasajera, no quiere dejar de contemplar como los besos que he comenzado en los lóbulos de tus orejas se transforman en mordiscos y chupadas a tu cuello.

Y comienzo a bajar y te mantengo estática y de pie y los encajes, los bellos y ásperos encajes, comienzan a estorbar y te los saco y los arrojo y no me percato del sonido que hacen en el piso por que tus senos de mujer captan tanto mi atención que incluso tapan mis oídos y no me queda otra opción que transformarlos en mi mascara; ojos, orejas, nariz, boca, pómulos, mejillas, frente y ahora lengua comienzan a probar las mil formas en las que pueden encajar. Por que hace dos o tres minutos les quite el encaje a tus senos (que ya son míos) y ahora te regalo un encaje con el que envuelvo todo tu cuerpo, un encaje color piel y con forma de hombre, un hombre que con sutil arrojo te deja sobre el piso y justo en el segundo 29 del minuto 20 me lanzo un piquero en el calido mar de tu cuerpo, que me acoge como la luna acoge la luz del sol y la proyecta sobre dos cuerpos que se aman en el suelo.

Tu olor me animaliza, tus flujos se entremezclan con mi saliva y excitada te retuerces y hambriento me devoro tu entrepiernas y reposo unos segundos mi cabeza.

A estas alturas ya estamos agitados, los tímidos jadeos de hace unos minutos son ahora bellos gritos de placer.
Y quieres cambiar de posición y rápidamente te pones sobre mi y mi espalda (que ahora es tuya) hace contacto con el frío suelo pero no importa por que tu lengua hace que uno olvide ciertas cosas mientras te hace sentir miles. Y como hace un rato yo tú encuentras tu mascara y buscas la colocación perfecta y descubres miles y yo ya no se que hacer, por un segundo pierdo el juicio y lo único que hago es apretare contra mi entre piernas, con mis muslos sudorosos y mis manos temblorosas.

Y mi rodilla que te rosa.
Y espasmódica me miras.
Nos entendemos, ya esta claro.
Ya no son ni necesarias las miradas,
ni menos las palabras.
Ahora solamente estamos
unidos.
No se como
de alguna manera estoy
dentro,
de otra manera estas
fuera.
Mira, escucha lo que digo:
Si aún te queda alguna frontera
Dímelo que la conquisto.
Yo también tengo fronteras
Y solo las conoce
La luna
Ahora y siempre mis fronteras y las tuyas
Son y serán solo una.